Para esta renovación y refuncionalización de un antiguo laboratorio para uso residencial, situado en un patio típico en el corazón del centro de Milán, el objetivo era devolver a la vida la estructura desnuda original de la casa y tratar de mantenerla lo más visible posible.

Todo el espacio, las paredes y el techo habían sido cubiertos con una pizarra durante las últimas décadas. Por lo que el desafío fue un trabajo arduo de restauración de los ladrillos y el techo de madera que se había deteriorado gravemente con el tiempo. A esta compleja restauración se añadieron trabajos de excavación y zonificación en planta baja.


La incorporación de materiales crudos contemporáneos y sostenibles de alta calidad como hormigón, madera, acero, hierro, vidrio y cuero, ensambló de forma perfecta con la estructura original que data del siglo 18. El proyecto consta de más de 300 metros cuadrados, 200 en la planta baja y 100 en el entresuelo. Donde los espacios abiertos pero separados crean un equilibrio perfecto entre el efecto rustico y la funcionalidad.

Los arcos de ladrillo originales integran los ambientes, a través de una serie de perspectivas visuales diagonales que permiten simultáneamente una vista completa del espacio. Manteniendo la privacidad cuando sea necesario.


El diseño está claramente organizado para separar las áreas de día y noche con filtros de espacio abierto como cocina y estudio. Para permitir la integración, pero también la separación. El loft se desarrolla en dos niveles conectados directamente entre sí a través del núcleo central de la casa con la escalera de acero inoxidable y roble. Ubicada en la estructura circular de hormigón. Es alrededor de este tambor sólido y resbaladizo donde ocurre toda la circulación.






FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Tomoarchitects.
Ubicación: Milán, Italia
Área del proyecto: 300 metros cuadrados.
Año del proyecto: 2016.
Fotografía: Matteo Piazza. + Enrico Cano