La Editorial Atlántida fue el hogar de las revistas y ediciones más famosas de la historia argentina. Hoy esos espacios reviven para brindar una experiencia residencial moderna, en simbiosis con su clásica identidad. El edificio donde funcionó la Editorial Atlántida será recuperado por el impulso privado. Por ser histórico y emblemático se mantendrá su fachada pero se ampliará y transformará en un inmueble de viviendas y oficinas que demandará una inversión de 20 millones de dólares. Actualmente se encuentra vacío en la esquina de Azopardo y México, a una cuadra de la Avenida Ingeniero Huergo que experimenta un cambio profundo con nuevos desarrollos que están transformando esta zona de Monserrat y San Telmo dentro del llamado Paseo del Bajo.
¿Quién no tiene algún grato recuerdo con alguna de las icónicas revistas de la Editorial Atlántida? El Gráfico, Billiken, Gente, Para Ti y tantas más han sido, seguramente, parte de la vida de la gran mayoría de los argentinos. Claro que los tiempos cambiaron y el “papel” le fue dejando su lugar a lo digital. Y aunque hoy sigan existiendo esos medios de comunicación, ya no necesitan ocupar espacios tan grandes como antaño. Por eso, el edificio de Azopardo y México que ocupara la empresa creadora de tantos éxitos, hoy se está reconvirtiendo en Grand Atlántida, un increíble emprendimiento residencial, comercial y de oficinas que mantendrá su fachada clásica y algunos detalles arquitectónicos del pasado, pero que sumará un diseño de vanguardia.
El edificio, ubicado en la zona del Paseo del Bajo, es un monumento histórico que evoca la grandeza de una época en la que el puerto de Buenos Aires era el lugar de entrada de la cultura y la diversidad en la Argentina. Actualmente, y en lineamiento con la puesta en valor de esa parte de la ciudad, se toma aquel pasado como punto de partida para un ambicioso emprendimiento residencial que busca preservar ese singular legado arquitectónico. Se trata de aprovechar una estructura sólida, rica en estilo, historia y tradición para poder desarrollar un producto aggiornado a las necesidades del ciudadano moderno.
“El proyecto tiene dos características distintas a lo que hay en el mercado. Una es la zona, que renació con la obra del Paseo del Bajo y que unió el barrio a Puerto Madero. Son seis manzanas que bien podrían compararse con el famoso Tribeca de Nueva York. Y después está el edificio propiamente dicho, con mucha historia atrás por la Editorial Atlántida y por la arquitectura antigua, que trataremos de conservar”, comenta Ignacio Aldazabal, presidente de HA Emprendimientos, la empresa desarrolladora.
Grand Atlántida busca mantener vivo el patrimonio arquitectónico, fusionándolo armónicamente con una visión de vanguardia para los nuevos espacios. Con materiales de alta calidad y diseño, mantiene la fachada con estilo “clasicista” a la vez que crea nuevos espacios con una propuesta más atemporal y de gran personalidad. “El principal objetivo del proyecto es generar una estructura contemporánea que esté preparada para lo que vendrá y que pueda interpretar de la mejor manera la idiosincrasia de lo preexistente”, precisa Ignacio Aldazabal.
Clásico y vanguardista
De la misma manera que el concepto general del emprendimiento, cada residencia de Grand Atlántida será un balance entre lo clásico y la vanguardia, entre la permanencia y el cambio. El proyecto contará con 61 residencias de distintas tipologías, desde monoambientes o unidades de 3 ambientes hasta dúplex de 2 y 3 ambientes. El inmueble será de uso mixto y contará además con 9 oficinas y locales gastronómicos a la calle.
“El edificio original tiene un subsuelo, una planta baja y 5 pisos. El nuevo proyecto sumará un segundo subsuelo y 6 pisos más con otro tipo de arquitectura, que coexistirá con la clásica. Además, habrá entradas independientes para la parte residencial y de oficinas y tres locales comerciales en la Planta Baja”, detalla el arquitecto Eduardo Sampaolesi, líder del proyecto de HA Emprendimientos.
Grand Atlántida también se destacará por sus amenities. Entre ellos, habrá sala de entretenimiento, rooftop, workspace, media room, guest room, laundry y gimnasio. Además, dispondrá de la biblioteca histórica de la Editorial para uso exclusivo de sus residentes y conservará los pisos de damero y el vitraux del tercer nivel, donde funcionaran las oficinas de la gerencia de la Editorial.
El proyecto acompaña el renacer de una zona ubicada entre Puerto Madero y San Telmo, que está recibiendo un gran impulso inmobiliario a partir de la construcción del Paseo del Bajo y recobrando la vida que supo tener cuando desde la zona portuaria se distribuían nuestras riquezas hacia el mundo. Hoy la zona es una de las más vibrantes de la ciudad y, por supuesto, una oportunidad de inversión única.
