Formas facetadas parecidas a rocas revestidas con paneles de granito perforado definen el Museo de Historia Natural de Chengdu en China, que fue diseñado por el estudio estadounidense Pelli Clarke & Partners y el estudio local CSWADI.
Completado en 2022, el museo de 50.000 metros cuadrados es parte de un “centro empresarial” en desarrollo en Chengdu, que combina espacios públicos, tiendas y una cafetería con galerías, un cine e instalaciones educativas.
Para la forma del edificio, Pelli Clarke & Partners y el Instituto de Investigación y Diseño Arquitectónico del Suroeste de China (CSWADI) recurrieron a los picos montañosos irregulares de la provincia china de Sichuan.

El Museo de Historia Natural de Chengdu fue diseñado por Pelli Clarke & Partners y CSWADI
Los dos estudios crearon un grupo de “volúmenes de roca” revestidos con paneles de granito que están cortados y conectados por grandes atrios acristalados. “El edificio se levanta del suelo en ciertos momentos para revelar los espacios públicos del interior, al mismo tiempo que mantiene un firme anclaje a la tierra”,dijeron los arquitectos. “Las montañas individuales, o volúmenes de roca, se realizan como espacios de exhibición distintos, separados y unidos por espacios públicos llenos de luz”.

La forma fue extraída de paisajes montañosos.
Dividido libremente en seis “rocas” distintas, el edificio está cortado en ambos ejes por áreas de circulación, uniendo la carretera hacia el este con jardines paisajísticos y estanques de agua a lo largo de un canal hacia el oeste. Dentro de los espacios del atrio de altura completa, los puentes de enlace elevados conectan los volúmenes de roca. Estos fueron informados por los pequeños senderos de tablones de madera, o caminos “Shu”, que cruzan las cadenas montañosas de la provincia.


Paneles de granito perforado revisten el exterior del edificio.
“[El edificio] fue diseñado para ser experimentado como una aventura: un espacio interactivo inclinado que conecta el segundo nivel con el tercero donde los visitantes pueden caminar entre los dinosaurios colocados a lo largo del camino y suspendidos del techo”, dijeron los estudios de arquitectura. Si bien el edificio alberga principalmente espacios de exhibición, dos niveles de oficinas se ubican en su esquina sureste. En el extremo opuesto, un restaurante da a los jardines a través de una pared de vidrio de altura completa.

Frente a la calle, el edificio presenta una fachada más cerrada, con una entrada acristalada intercalada entre dos grandes volúmenes rocosos que albergan oficinas y espacios administrativos. En el lado opuesto, el edificio se abre a los jardines adyacentes, con una pasarela acristalada en voladizo que conecta dos espacios de exposición.



El edificio se dividió en seis “rocas”
A lo largo de la fachada, las franjas angulares de los paneles de granito perforado aportan una sensación de porosidad a la envolvente del edificio, lo que permite la entrada de luz moteada durante el día y se ilumina con la iluminación interior durante la noche. “Las hendiduras entre las formas rocosas son transparentes y vidriosas, diseñadas para fomentar la reflexión, la observación y la interacción”, dijeron los estudios. “Estos espacios intermedios son conexiones visuales y físicas entre las exhibiciones, y también con la ciudad, la calle, el paisaje y el canal”.

Un atrio está conectado por puentes.









La fotografía es de Arch-Exist